miércoles, 8 de septiembre de 2010

GARDEL - CONFESIÓN REVELADORA



CONFESIÓN REVELADORA

1.- A CONFESIÓN DE PARTE, RELEVO DE PRUEBA.

En una recordada Conferencia, en la sede de la Academia del Lunfardo, el 10 de junio de 2006, la Señora Martina Iñiguez descalifica, implícitamente, la labor de los autores que la precedieron en el intento de demostrar la “orientalidad” de Carlos Gardel.

En efecto. "Así como el investigador uruguayo Avlis -escribe Iñiguez- recurrió a los "testimonios orales" , y Nelson Bayardo a "los escritos y/o publicaciones" para "TRATAR de llegar a la verdad " yo intento llegar a la misma a través de un testimonio que considero "IMPLACABLE o INAPELABLE", el documento fotográfico"

Aparte de los groseros errores de sintaxis y etimológicos con que califica a un documento fotográfico de "implacable," es necesario anticipar que una fotografía, en si, no constituye un documento sino esta acompañada, necesariamente, de otros instrumentos que la singularicen.

En otro orden de ideas "los intentos por llegar a la verdad", de entrada, resultaron infructuosos. Tanto "Avlis" como Bayardo fracasaron en documentar la "posible veracidad de la historia tacuaremboense"

Así lo afirma la Sra. Iñiguez. "El gran problema -nos señala Martina- consiste en que, hasta el momento, y a pesar de la abrumadora cantidad de testimonios orales y periodísticos existentes, que permiten SUPONER que hay "otra historia posible" de Carlos Gardel diferente de la "oficial", no había aparecido NINGUN documento formal indiscutible que sostuviera la tesis oriental"

"No existen registros de la llegada de Berta Gardes a Buenos Aires o a Montevideo antes de 1890, no existen pruebas documentales de su estadía en Tacuarembo. Tampoco las hay -remarca Martina- del nacimiento o bautismo de quien después, fuera Carlos Gardel, ni REGISTROS ESCOLARES que avalen su paso por escuelas montevideanas"

El Panorama se presenta, patéticamente, desolador.

Ahora comprendemos por que dos años después, la COMISIÓN DE CULTURA DEL PARLAMENTO ORIENTAl, rechazó, categóricamente, la posible escolaridad de Gardel en Uruguay, por falta de sustento legal, registrado oficialmente. También, la sola fotografía no fue argumento convincente, frente a la confesa orfandad documental. Ya veremos porqué.

En primer lugar, esta confesión, resulta sorprendente, para cualquier lector desprevenido; empero, esos párrafos, parecen redactados por nosotros. Con más razón por ser, definitivamente, inapelables: A confesión de parte, relevo de prueba.

2.- El ÚLTIMO RECURSO.

El testimonio Implacable resulta ser una “conocida foto escolar aparecida en junio de 1936 con la siguiente leyenda: “Un grupo escolar en el que aparece Carlitos Gardel, cuando cursaba el primer grado inferior de la instrucción primaria” y luego agrega ”la importancia de la fotografía reside en que por primera vez, aparece la fecha de dicha foto -1893-, que señala el periodista Carlos Marín en la Revista “AHORA” en 1960, lo cual es totalmente FALSO:

a) El 6 de junio de 1936, es decir 24 años antes, ya Doña Bertha, con indiscutible autoridad, dio a conocer el año de la foto, con la siguiente nota: “Carlitos Gardel rodeado de sus compañeritos de escuela, en el año 1896, cuando tenia 6 años de edad, Foto obtenida por cortesía de su señora madre” (“LA CANCIÓN MODERNA”)

b) En 1896 el presunto hijo de Escayola, jamás identificado como tal, tendría 15 años según Avlis (n.1881); 13 años según Bayardo (n.1883) y 12 años según Iñiguez (n.1884). Es decir, más que duplicaba, la edad del niño de la foto y, además, habría concluido su ciclo Primario.

c) Las áreas del Plano que exhibe Martina, donde estarían agrupados los niños fotografiados no se corresponden, en su participación porcentual : Pared izquierda - Doble Puerta - Pared Derecha - con la equivalente área de la foto (1)

d) El niño de la fotografía –Charles Gardes- figura anotado, en los Registros del alumnado, ya con 7 años, sus compañeros, clasificaciones, maestras, directora, Examinadores, Autoridades, nombre del Establecimiento en Diciembre de 1897. Estos son los instrumentos documentales, tal como lo atestigua su madre, sin los cuales, la fotografía, sin más, no resulta ningún comprobante legal, idóneo o habilitante.(2)

e) A su “alter-ego” oriental le correspondería cursar Primer grado en 1887; 1889 o 1891, nunca confirmados por registros inexistentes, de su nominatividad individualizada. y compañeros y maestros fantasmas

f) En síntesis, todos estos elementos jugaron un papel decisivo para que, sometidos a consideración de la COMISIÓN DE CULTURA del Parlamento, de máxima potestad “Sancionatoria”, descartaran la seriedad del “Estudio” y lo inhabilitaran, archivándolo. como instrumento válido o “inapelable”.

g) En conclusión, y usando sus propios términos, “sigue sin aparecer, ningún documento formal e indiscutible” como fue, desde el comienzo, su deseo más acariciado, a “pesar de la abrumadora cantidad de testimonios existentes”…

h) Pasó, así, por decisión oficial, a integrar el pelotón de aquellas presunciones y frustraciones que enumera, con cierto desden, la implacable Cronista al comienzo de este artículo.

Juan Carlos Esteban


Nota:


(1) Ver “C. Gardel, Controversia, y Punto Final”. Ed. Corregidor, pags. N° 94, 119, 130, 145, etc

(2) Fotos sacadas por Organismos Públicos incluidas en Documentos con sellos y firmas sobrepuestas de la Autoridad Responsable: Cédula, Pasaporte, Libreta Cívica, etc.

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