viernes, 22 de mayo de 2009

GARDEL: NUEVA NEGACIÓN DE LA FÁBULA


OTRA VUELTA DE TUERCA Y UNA NUEVA NEGACIÓN DE LA FÁBULA


Los escritores que nos hablan de la presunta concurrencia de Carlos Gardel a una escuela montevideana, continúan repitiendo sus presuntos descubrimientos, pero sin poder probar nada y exponiéndose a cada rato, a nuevas y concluyentes desmentidas.

Según algunas últimas informaciones, estarían por editar un libro donde se incluye esta nueva fábula, otorgándole el reconocimiento de “cosa probada”. Hecho completamente alejado de toda verdad.

Ya al escribir la primera parte de “LA ÚLTIMA FÁBULA”, señalamos respecto a esa investigación que: “Después de fantasear, en un alarde comparativo y ocioso, entre fotografías irrelevantes de Carlos Gardes cuando era niño (Carlos Gardel de grande) y planos de escuelas presuntamente uruguayas de fines del siglo XIX, para así forzar arbitrariamente la concurrencia del cantor a un hipotético establecimiento de Montevideo, concluyen diciendo que carecen de constancias escritas de su matriculación”

Nos ocupamos luego de cuestionar íntegramente, el desarrollo de todo el proceso expresado por los “uruguayistas” y terminamos afirmando con autoridad: “En conclusión no se puede considerar, seriamente, como una "investigación histórica" un simulacro de descubrimiento, a partir de una fotografía , cuyas conclusiones, ni siquiera alcanzan la categoría de ciencia ficción y que entraña un agravio y un desprecio absoluto por la sabia y completa legislación en materia de Educación en Uruguay “.
Posteriormente Juan Carlos Esteban escribió “LA ÚLTIMA FÁBULA II” y varias notas más, donde desde los étnico, social y la matemática (tema éste abarcado también por el gardeliano chileno Don José Antonio Carcamo Vicencio), se destruyen todas las quiméricas manipulaciones orientales, que “No tiene explicación racional, pero cabe, cómodamente, en cualquier fábula.”
Para dejar mejor establecida nuestra posición, más adelante rememoramos, mediante su trascripción, la nota que diera inicio a este proceso, pero ahora nos permitimos solamente “asentar” una nueva revelación que contradice y por lo tanto invalida por completo, aquél simple e inocente escrito que se refería a la carececia (en aquél entonces) de constancias escritas de las matriculaciones y por ende – agregamos nosotros - del nombre y apellido de los alumnos.”
Esa “revelación” a la cual nos referimos, es el siguiente fragmento, extraído de la Sala Jacobo Varela, del MUSEO PEDAGÓGICO JOSÉ PEDRO VARELA – Montevideo – Uruguay, que dice así:
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- LA EDUCACIÓN EN URUGUAY

“Durante el gobierno provisional del General Rondeau, siendo Ministro el General Rivera y Director de Instrucción Primaria el presbítero don Ignacio Zufriategui se dictaron una serie de disposiciones sobre los premios. Se ordenó que los directores de las Escuelas Públicas del Estado pasaran por trimestre a la Junta Inspectora , una relación de los alumnos que se distinguieran por su moralidad, aplicación y por algún talento en ciencia o arte. Esta medida era para todo establecimiento literario que se fundara y no sólo para las escuelas del Estado. De todos los establecimientos de enseñanza, desde 1830 hasta la creación del Instituto el más destacado fue la Escuela Mercantil , dando los premios con economía y prudencia que efectuaba en persona el mismo General Rivera durante su primera presidencia, en el Consulado, la Iglesia Matriz o en el viejo teatro San Felipe. Los premios consistían en una Cruz de Malta en cuyo anverso se veía el Cerro y la Fortaleza con el lema "Consulado de Montevideo" y en el reverso "Escuela Mercantil" y a su alrededor la frase "Al mérito". Todas estas entregas se hacían en el marco de fiestas solemnes. La Escuela Mercantil fue la primera en exigir a los examinandos pruebas escritas, sin firmar, y después de abiertos los cedulones recién se conocía su autor, lo que alejaba toda parcialidad. El General Oribe también fomentó los premios enviando a Europa a algunos alumnos aventajados para su más amplia formación.”
“Aunque la creación del Instituto de Instrucción Pública señala una nueva etapa en el progreso educativo de la infancia, el sistema de premios continuó subsistiendo. En esta parte la reforma de José Pedro Varela no introdujo ninguna novedad pues el Reglamento de las Escuelas Públicas es análogo al del Instituto: vales de premios durante el curso que se cambiaban por faltas, premios al final del año en diplomas y menciones, a los que después de la muerte del Reformador se agregaron medallas de plata y retratos litografiados de Varela. No es de extrañarse que no se introdujeran reformas en el sistema de premios ya que eran muchas las modificaciones introducidas por Varela y no hubiera sido prudente aumentarlas con éstas. “Después de la muerte de José Pedro Varela la "Sociedad de Amigos de la Educación Popular " fue introduciendo la idea de la supresión de los premios, lo que se fue logrando gradualmente. Don Jacobo Varela, quien reemplazó a su hermano fallecido en el cargo de Inspector Nacional, fue aboliendo estos premios que fueron sustituidos por tarjetas dadas a los alumnos como constancia de exámenes. Estas tuvieron poca duración ya que después de abolidas se limitó sólo a la lectura de los nombres de los alumnos más destacados”
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Es evidente que la presentación del trabajo original de los citados investigadores, adolecía de innumerables fallas, las que se mantuvieron en la sucesión de remiendos introducidos en posteriores retoques.

No puede entonces considerarse una "investigación histórica" y esto debe quedar bien grabado en la mente de los interesados seriamente en conocer el origen de Carlos Gardel, el simulacro de descubrimiento mostrado ampulosamente por los “uruguayistas” ante la prensa y elevado oportunamente a consideración del Parlamento Uruguayo, el cual le destinó el único lugar que ese fallido trabajo merecía: “EL ARCHIVO”.
Tal cual lo prometido, aquí transcribimos el texto de:

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LA ÚLTIMA FÁBULA


Escolaridad de Gardel en Montevideo


Por : Juan Carlos Esteban y José Pedro Aresi


Después de fantasear, en un alarde comparativo y ocioso, entre fotografías irrelevantes de Carlos Gardes cuando era niño (Carlos Gardel de grande) y planos de escuelas presuntamente uruguayas de fines del siglo XIX, para así forzar arbitrariamente la concurrencia del cantor a un hipotético establecimiento de Montevideo, concluyen diciendo que carecen de constancias escritas de su matriculación.
La razón que los priva de la prueba de fondo - que excluiría cualquier duda o polémica - , radica según ellos en que "Recién a partir de 1900 comenzaron a anotarse los nombres de los niños que asistían a la escuela" (sic)" y agregan “Si alguna escuela matriculaba antes de esa fecha a los niños no se ha encontrado hasta ahora"...

Es decir que según ellos, la Organización de la Enseñanza en Uruguay era un auténtico “CAOS”, donde cada uno procedía conforme su propio criterio. Ya veremos que no era así y que existía una férrea y uniforme unidad de procedimientos y normativas.
Pero para nuestro mayor asombro se agrega que" No se anotaba el nombre de los niños sino solo la cantidad de inscriptos" (¿En que quedamos: se inscribían pero no se anotaban? !Vaya galimatías!)
Es decir, se trataba de seres anónimos o innominados que, seguramente, se identificaban con un número en la espalda y eso era suficiente para luego calificar, de viva voz, su conducta y aplicación; como así también su posterior promoción a grados superiores o estudios secundarios y terciarios.
En puridad de criterio es inimaginable como un individuo podía acceder a un grado superior o a la carrera media o universitaria, sin identidad personal y constancia del grado de instrucción alcanzado.
Lo cierto es que les resultó imposible identificar a Gardel , Escayola o como se llamare el presunto niño al cual se refieren. Sin embargo ya en el ridículo, pudieron SÍ individualizar, a partir de la arquitectura de la escuela y la fecha en que “habría” sido sacada la fotografía, que se trataba de un establecimiento montevideano. No obstante que luego la fecha "fue tapada", nada de ello impidió que se crearan “las bases” para "enriquecer" la "TESIS" oriental.
Pero curiosamente, tanta incontinencia verbal termina por confundirlos y al escribir “No se anotaba el nombre de los niños sino solo la cantidad de inscriptos", no se aperciben que contradicen lo que transcriben renglones más adelante. Veamos un ejemplo:
Evidentemente, el ordenamiento escolar era tan minucioso que aparecen PARTES DIARIOS donde se registran, con nombre y apellido, hasta las ausencias y reintegros de maestras – es el caso de Fernández y Sanlión- y se deja constancia de la "Matriculación de tres alumnas en el REGISTRO de marzo de 1897" y “dos orientales y un extranjero, el 16 de febrero de 1893”. . Creemos que no hace falta aclarar el significado de la palabra "Matriculación" (**) ni "Registro", que ellos, inadvertidamente, transcriben.
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Sin embargo la verdad es muy otra.
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Digamos que en primer lugar se pasa por alto que, tanto en Uruguay como en Francia, jamás se exhibieron registros de entrada y salida de Bertha Gardes a la Banda Oriental, de modo que no se puede explicar, a título de qué, esa madre poseía una foto que no fuera la de Charles Gardes, quien cursó su escolaridad en la Argentina, donde sus Registros sí existen.
En otro orden de consideraciones, la Enseñanza Pública en Uruguay es anterior a 1875 y las transformaciones operadas a partir de esa fecha, fueron verdaderamente, revolucionarias. Puede afirmarse que, comparativamente, el sistema educativo uruguayo se conformó tempranamente respecto del resto de los países latinoamericanos, incluso al argentino; donde el registro de los alumnos era obligatorio, sin embargo, antes de 1890. Es en el año 1877 cuando la enseñanza primaria en Uruguay tuvo su estatuto y fue separada de su dependencia a la Universidad. En efecto, el Decreto-Ley de Educación Común de Uruguay del 24 de agosto de 1877 consagró – entre otros principios - la gratuidad y OBLIGATORIEDAD de la enseñanza y obviamente su Registración o Inscripción en los establecimientos educacionales a partir de los 6 años. .(Ver Oddone: 1963, Pág. 29).
Naturalmente esa obligatoriedad no se podía ejercer sobre seres anónimos, sino que las Reglamentaciones del Decreto-Ley, igual que en Argentina, exigían inscribir el nombre y apellido, edad, y los demás datos corrientes (nacionalidad, Partida de Nacimiento, testigos, etc.)
En efecto, en el Anuario Estadístico del Ministerio de Educación y Cultura. Año 1920, que tomamos de Bralich (Año 1996, Págs. 214 y 215 ya figuran los alumnos Inscriptos en las Escuelas Públicas desde el año 1876.
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Alumnos Inscriptos (1) en las Escuelas Públicas y Maestros
(Copia textual del Anuario)
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--------------- Periodo 1876- 1920
Años --- Alumnos -- Escuelas - Maestros
1876 -----17010 ------195 ----- 307
1880 ---- 24785 ------ 310 ---- 610
1885 ---- 30302 ------ 354 ----.631
1890 ----.38747 -------470 ---- 831
1895 ---- 50012 ------ 523 ---1013
1900 ---- 52474 ------ 571 ----1131
1905 ---- 53010 ------ 618 --- 1181
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(1) INSCRIBIR : Registrar el nombre de una persona, entre los de otras, para un objeto determinado. Escrito sucinto para conservar la memoria de una persona. ESPASA, Tomo IV, pag. 1053.
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Sin embargo, Uruguay en al año 1900 contaba con 145.547 alfabetos anónimos o sin habilitación; cantidad de niños que – según la "Tesis" que examinamos - estaban legalmente “analfabetizados” por carencia de registros.
Volviendo al tema que nos ocupa, la enseñanza primaria se mantuvo dentro del ámbito universitario hasta el año 1877. En ese período la enseñanza destinada a los niños menores de 6 años fue, también, preocupación del Estado y en 1892 se fundó el primer Jardín de Infantes para niños que debían ser Inscriptos, previa comprobación de su identidad para constatar que contaban entre 3 y 5 años.
En ese período también se funda la escuela de Artes y Oficios -1878- y los alumnos aparecían claramente nominados porque se inscribían bajo un régimen de Contrato, por el cual, sus padres cedían los derechos a la Institución por un período de hasta 6 años. (Bralich. obr. cit. Pág. 81)
En esa misma Escuela se recogía a chicos de la calle, cuyas madres entregaban a la Policía, previa identificación a fin de "que sean corregidos"(*)
Debe señalarse que hay Registros de alumnos desde 1830 ( 899 concurrentes) así como también de escuelas. (Fuente: Orestes Araujo, La Escuela Uruguaya. Tomado de OPP- Pris; 1994, Pág.16). También existen registros de la enseñanza primaria para adultos desde 1899, como de escuelas para capacidades diferenciales, sordomudos, ciegos y débiles de salud. . Por otra parte, la escuela primaria en Uruguay exigió, desde su comienzo, la posesión de título habilitante para ejercer la docencia en las escuelas de todo el país. En 1881 se inauguró el Instituto Normal de Varones "Joaquín .R. Sánchez" y al año siguiente el Instituto Normal de señoritas "Maria Stagnero de Munar", donde, naturalmente era obligatorio matricularse (**), presentando su Certificado de estudios primarios. (Ver :Rodriguez de Artucio, Elia, Montevideo, FCU, 1984, Pág. 184)
Como se ve esta exigencia regia 20 años antes del año 1900, desmintiendo el "FAMOSO HALLAZGO" publicado en “Gardeloriental”.
Además el sistema organizativo de la EDUCACIÓN PRIMARIA era fuertemente centralizado. El Inspector Nacional era el encargado de supervisar todo el funcionamiento del sistema, hasta la formación de los docentes, y en ese cargo se destacó especialmente José Pedro Varela, insigne organizador del sistema. (Bralich, Pág. 67)
En 1830 Uruguay estrenaba su Constitución. A partir de allí todo su sistema Jurídico, de fuerte acento democrático, hace de la IDENTIFICACIÓN personal uno de sus pilares, en todos los actos civiles de la vida.(Código Civil)*** Por lo tanto se torna impensable que se pueda excluir de ella al ciclo lectivo - nominatividad del alumnado - dado lo dilatado en el tiempo que ocupa dicho ciclo.
En conclusión no se puede considerar, seriamente, como una "investigación histórica" un simulacro de descubrimiento, a partir de una fotografía , cuyas conclusiones, ni siquiera alcanzan la categoría de ciencia ficción y que entraña un agravio y un desprecio absoluto por la sabia y completa legislación en materia de Educación en Uruguay .

(*)Carta al Coronel Ventura Torrens, Jefe de Estado Mayor del Ejercito., del S.Mayor J. Sosa. Montevideo, 10-XII-1878.(**)Matrícula: Lista o catálogo de los nombres de las personas que se asientan para un fin determinado por las leyes y reglamentos, ESPASA. Tomo V, Pág. 713.(***) Ver Texto del Decreto - Ley Nº 1430 de 11-II-1879, creando y reglamentando el Registro del Estado Civil de las Personas.
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BIBLIOGRAFIA: Araujo, Orestes: (1911) Historia de la Escuela uruguaya. MontevideoBralich, Jorge (1966) Una historia de la enseñanza en el Uruguay. Del padre Astete a las computadoras. Montevideo. FCUOddone, Juan Antonio- Paris, Blanca: Historia de la Universidad de Montevideo. Universidad Vieja. 1849-1885. Mdeo,Varela, José Pedro: La educación del Pueblo (1874)
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Finalmente y en atención a cuanto dicho precedentemente, plagiando a José Antonio Carcamo Vicencio, se puede decir que:

“GARDEL JAMÁS ASISTIO A LA ESCUELA 27”

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Juan Carlos Esteban y José Pedro Aresi


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