GARDEL: PROCEDERES Y DECIRES MENTIROSOS
Cuando se pretende pontificar desde el enredo
Seguidamente señalaremos el comportamiento de la auto proclamada investigadora y académica, doña Martina Iñiguez, utilizando las palabras por ella volcadas en una nota publicada el 24 de abril de 2008 en el sitio “VER BIEN Magazín” de Colombia.
Y no lo hacemos solamente para rebatirlas, sino para demostrar cual es el manejo oblicuo que la referente hace, de todo cuanto se relaciona con la fábula creada por Avlis en la década del sesenta, cuando ya habían partido quienes podían avergonzarlo.
Tal el caso del “Indio” José María Aguilar que se mudó de barrio el 21 de diciembre de 1951 o el compañero de dúo de Carlos, José Francisco Razzano, fallecido el 30 de abril de 1960, que fue el primero en acompañarlo a visitar a sus parientes franceses en Toulouse (año 1924).Ya más libre el camino para el macaneo, Avlis aprovechó la oportunidad para arremeter con la fábula del "Gardel oriental".
Pero volvamos a las expresiones de la ya citada “investigadora” volcadas en “VER BIEN Magazín”, que dan por tierra con su tan remanido decir en cuanto a que ella nunca insulta y menos aún, la memoria de Berta Gardés.
Dueña de una ambigua, pero sí ensoberbecida y voluptuosa dialéctica, Martina ataca a Berta, no de frente, sino de manera sesgada y sibilina, con la aviesa intención de concretar su ataque, a la vez que simula defenderla o irresponsablemente, pretende socarronamente justificarla, para lo cual se atreve a simular que la perdona, como si ella tuviera la potestad de hacerlo, en caso que Berta hubiera sido realmente una pecadora.
La señora Martina Iñiguez creyó siempre jugar con ”treinta y tres de mano”, pero su impericia hizo que le rehuyera a la “falta envido”, por miedo a perder, ya que ella desconoce cualquier regla.
Así temerariamente “transcribe” : - “Bertha Gardes no era ninguna mansa paloma” y luego agrega “Posiblemente así fuera, pero ¿Para qué enturbiar la imagen de una mujer que, a pesar de sus circunstancias fue la única que cumplió su rol de madre conGardel. Siempre las puertas de su casa estuvieron abiertas para él y en la medida de sus posibilidades, le proporcionó una identidad cuando no la tenía y lo apoyó en todo momento. Fue Gardel quien la rechazó al principio porque no se resignaba a ser el hijo de una oscura planchadora cuando sabía que provenía de una familia aristocrática”
¿De donde sacó y como puede permitirse afirmar que los Escayola & Co. eran aristocráticos?
Jamás se pudo probar la propiedad rural que licenciosamente le adjudican al “coronel” y que éste fuera un caballero. En realidad sus mismos “cronistas” lo han pintado siempre como un individuo de “horca y cuchillo”, un adúltero, un cabaretero de vida totalmente irregular. Entonces: ¿De qué podía enorgullecerse nuestro Zorzal?
Jamás se pudo probar la propiedad rural que licenciosamente le adjudican al “coronel” y que éste fuera un caballero. En realidad sus mismos “cronistas” lo han pintado siempre como un individuo de “horca y cuchillo”, un adúltero, un cabaretero de vida totalmente irregular. Entonces: ¿De qué podía enorgullecerse nuestro Zorzal?
En cuanto a este personaje, vale recordar que aún queda pendiente una decisión voluntaria para realizar un ADN respecto de todos los integrantes de su lujurioso entorno; única acción que podría echar luz sobre quienes en verdad fueron los padres y quienes los hijos, del núcleo conformado por un “milico prefabricado” y la familia de un Cónsul sobre el cual jamás pudo ubicarse consulado alguno en el que haya actuado.
Todo un gran matete genético, creado de ex profeso, para .demorar en el tiempo, el desentrañar de la sórdida madeja.
Es inadmisible que conociendo las tantas actitudes cariñosas de Carlos respecto de su madre, las frases que siempre le dispensó y el permanente recuerdo expresado en sus visitas a Toulouse o en diversas cartas, la susodicha se atreva a calificar ese puro sentimiento como “Un amor puesto en duda por algunos por aquello de “dime de que alardeas y te diré de qué careces”.
¿Pero que cree esta mujer?. ¿Cómo puede sentirse ella en condiciones de abrir juicios de valor acerca de los demás y otorgarles o no su perdón, según mejor convenga a sus intereses intelectuales y comerciales?.
No es posible admitir que una persona continúe ensuciando la memoria de Carlos Gardel y sus seres más queridos. Tampoco puede permitirse que siga acomodando las cosas con total mala fe, de manera que el corcho de la botella de champagne que pretende destapar, al saltar, no la lastime y las burbujas que sanamente emergen del espíritu del vino, no lleguen a rociar siquiera a quienes piensan distinto a ella, lo cual no es difícil, pero sí honorable.
Estamos frente a una rocosa figura de sal, que fabula cuanto escribe, tratando de difundir la eterna falacia de una historia que alberga odios.
La Gran Señora (no confundir con la Gran Willy) , siempre se regodea que jamás insultó a Berta y eso no es así pues lo hizo, al menos transversalmente, cuantas veces le sirvió, incluso avalando el insulto soez con que Paysée González se refirió a la madre biológica de Carlos Gardel.
No valen “retiradas por el foro”. No sirve que Martina en algún momento de vergüenza, trate de redimir a Berta y la absuelva, en tanto con aire de perdona vidas se permite decir: “Tratemos entonces de dejar de lado todo lo que pudiera enlodar su memoria” Insistimos: ¿Quién se cree que es ella para juzgar a los demás o dar por probado lo que dice?
El consejo que debe recibir salta a la vista: Antes que nada, mirarse en el espejo y luego hacer un sentido y verdadero “Acto de contrición”
El consejo que debe recibir salta a la vista: Antes que nada, mirarse en el espejo y luego hacer un sentido y verdadero “Acto de contrición”
Bien podría agregarse: “Andá a cantarle a Gardel” , sin pretender con ello ofender a nadie, pues los ciegos seguidores del Dream Team deben entender – de una vez por todas - que con su manera de proceder se “insultan solos”
Otra recomendación: Escuchar y asimilar muchas letras señeras de tangos, para así intentar disminuir la gran falencia que la señora tiene ec cuanto a conocimientos ganados en la universidad de la calle, para así comprender la realidad que no se compra, ni se inventa.
Y finalmente, recordar aquello de que “el pez, por la boca muere".
Grupo Ediorial “Los Amigos de Gardel”
Grupo Ediorial “Los Amigos de Gardel”
1 comentarios:
Esta Sra. ¿Era adherente o algo de la Academia del Tango?... ¿Todavía no la expulsaron aún como simple socia?
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