LOS PROFESIONALES Y LA ÉTICA
El Escribano F. González Araujo afirma en "El Eco de tu Voz", periódico de Sidney del 13 de septiembre ppdo.(pag 12) que "faltar a la verdad es mentir y podré estar equivocado pero no mentir". Muy bien, no tenemos porque dudar de su aseveración
El comentario de dicho profesional aparece en el contexto de un análisis sobre el Juicio Sucesorio de Carlos Gardel, donde reitera que, " en su calidad de escribano debe estudiar los problemas planteados, con absoluta honestidad intelectual".
Pero resulta que en el mismo artículo se puede leer:
"De manera que hay dos versiones: o era uruguayo como dijo el propio Gardel o era francés como dijo Armando Defino, Berta Gardes y otros".
Si es así, lamento recordarle que de la lectura del Juicio Sucesorio en Argentina y en su País no se infiere que para el Juez oriental Jurdi Abella haya tenido que manejar dos lecturas y dos "versiones" acerca de su identidad.
Menos aun cuando alguien "ha sido formado en una ciencia y el derecho lo es", salvo que convengamos que se trata de una "ciencia blanda" con "dos bibliotecas"
Pero en fin, si el escribano se molesta en consultar el expediente sucesorio -Juzgado 35, Fº 66 Nº 747 /42- podrá advertir que el Juez Caractula el expediente, unívocamente, como de "Charles Gardes, o Carlos Gardes o Carlos Gardel".
En ningún caso, en el expediente, aparece Gardel diciendo que es uruguayo y sus deudos - Marie Berthe Gardes- con la "versión" de que es francés.
Al requerir la Partida de Nacimiento, por medio de la Cancillería Uruguaya el Juez constata que el testamento RECTIFICATORIO donde Gardel ANULA, de hecho y de derecho, su Certificado apócrifo de 1920, como uruguayo, deja resuelta y ratificada, definitivamente, su nacionalidad francesa.
Armando Defino, Berta Gardes y otros (•), en dicho expediente "Son de Palo", como diría Obdulio y repite el Escribano.
Mientras tanto no he podido encontrar en el Expediente esas "dos versiones", pero sí, a fojas Nº 2908, punto 1) he podido leer del propio Juez uruguayo "declárase heredera del causante Carlos Gardes o Carlos Gardel a su madre, Berthe Gardes"
El escribano Araujo abanza en sus apreciaciones y afirma: "Declarar heredera a Doña Berta Gardes fue lo que se pidió y el juez accedió como correspondía, pero ello le da los derechos del fallecido, pero no le da el estado civil de madre del causante"
Parece que en la Partida de Nacimiento que el Juez uruguayo le requiere al Alcalde de Toulouse el causante figura nacido de un repollo y Marie Berthe resulta en el acta una convidada de piedra.
El Juez Abella, entonces, se excedió en sus funciones y decidió Calificar, por su cuenta y riesgo, el Estado Civil de esa ocasional e imprevista integrante del Acta de Nacimiento como "Madre" de Carlos Gardel o Charles Gardes.
¿Como era eso, Sr.Escribano de lo que "esta en el expediente existe", invirtiendo el apotegma?
Cabria requerir del Tribunal de Ética, del Colegio de Escribanos de Uruguay que dictamine en qué categoría moral corresponde encasillar la acción de OMITIR o INVENTAR.
Juan C. Esteban
(•) No es verdad, como afirma, el escribano Araujo que : "se basan en el testamento ológrafo que presentaron, Armando Defino y Bertha Gardes". El Banco Boston, en cuya caja de seguridad se encontraba el Testamento bloqueó, automáticamente, su acceso. Fue abierta, en presencia de un Oficial de Justicia, quien se hizo cargo del sobre laqueado, para entregarlo al Juez.
3 comentarios:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Es importante rescatar de lo escrito por el investigador Juan Carlos Esteban, que el mismísimo juez uruguayo que intervino en el expediente sucesorio, es el primero que pone en fuga el desequilibrado invento que se pretende utilizar al hablar de la existencia de “dos Gardeles” y lo hace muy claramente al dictaminar:
"declárase heredera del causante CARLOS GARDES O CARLOS GARDEL a su madre Berthe Gardes"
Es evidente que para el juez uruguayo no hay dudas que ambos, Gardes y Gardel, son una misma persona, así que sería conveniente que los del "chamuyo oriental" no siguieran sanateando.
José Pedro Aresi
No dejaron el nombre del dicente, pero lo incluimos pues es una acabada muestra del oponerse por oponerse, del decir por decir, del criticar por criticar.
La incoherencia del comentario dejado es TOTAL, porque no se cuestiona “la ética de quienes no piensan como él”, si no de los que mienten o tergiversan las cosas a sabiendas. No se conforman con actuar de la manera señalada en sus propios Sitios. Pretenden hacerlo también en los extraños. ¡No tienen cura!
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